Este
artículo es de la autoría de Yeison Plazas, como todos en esta categoría.
Por
pedido de la afición barranquillera, y aprovechando la celebración del
cumpleaños 92 de esta institución, una de las más grandes del fútbol colombiano,
nos remontaremos a una final histórica y un campeonato que no se borrará en la
mente del hincha Tiburón. En el año 1993 se disputó un partido a muerte entre
el vigente campeón del año anterior, el América de Cali, y un Junior con una
formación envidiable: contaban con Carlos “el Pibe” Valderrama, el goleador de raza pura y gran cobrador
de tiros libres, el “Bombardero” Iván René Valenciano, además de
dos habilidosos con el balón como el “Nene”
Mackenzie y Víctor Pacheco.
El
camino para Junior en ese año fue perfecto: clasificaron primeros en el “todos
contra todos” –el formato liguero de ese entonces en Colombia-, contaban con el
goleador del torneo, Miguel Guerrero, y todo parecía indicar que la estrella
número tres llegaría a Curramba, para romper con una sequía de más 13 años sin
un título.
Llegaron
a disputar el cuadrangular A y sus rivales eran un Atlético Nacional, que contaba
con un una joven promesa que después se convertiría en ídolo, Víctor Hugo
Aristizábal; un Millonarios urgido de un título; y un Once Caldas que, si bien
había clasificado tercero en la ronda previa, no era uno de los favoritos.
Clasificaron
en el segundo lugar a la ronda final donde la disputaría con un Independiente
Medellín que venía de menos a más, y eso es lo bonito de la liga colombiana:
los equipos clasificados de octavo toman una fuerza al final, un América que, si
bien era favorito, presentaba una temporada irregular, y Nacional venía
haciendo un buen juego.
Pero
para un 19 de Diciembre de 1993 -una fecha importante para la escuadra roja del
valle porque en ese mismo día, pero en el año de 1979 conseguiría su primer
título- disputaba su último partido a vencer o morir contra las estrellas del
Junior, en el estadio Metropolitano.
Fue
un juego con mucha fricción con idas y venidas, el urgido era Junior que debía
ganar para no perder la estrella en su casa, y los “Diablos Rojos” eran un
hueso duro de roer; trascurrían los minutos y la afición barranquillera miraba
con ansiedad a sus once batirse en la cancha peleando cada balón para lograr el
tan deseado título.
Alex
Escobar pone en ventaja a la escuadra visitante, y Miguel Ángel Guerrero saca
su casta de esos delanteros cuando están en racha no los para nadie y con dos
goles de gran factura remonta el marcador. Hasta ese momento todo era fiesta en
el Metro, pero un penal ejecutado por Wilson Pérez pone el empate y deja en
desconcierto a los aficionados que se encontraban en el estadio.
En
simultanea el corazón Juniorista estaba en Medellín, un triunfo del Poderoso de
la Montaña, dejaría sin posibilidad alguna de campeonato, y el DIM hacia su
trabajo ganando el clásico ante Nacional; solo faltaba el pitazo final en
Barranquilla y el Medellín seria campeón, el partido ya había culminado en el
Atanasio Girardot, incluso ya estaba dando la vuelta olímpica, pero los
partidos se acaban en el minuto noventa.
La
desazón rondaba en Curramba, algunos hinchas lloraban, otros rezaban, faltaba
una jugada en el minuto 89 y el gran Oswaldo Mackenzie, un “jovencito”, marca un gol de gran factura, con un pase
del habilidoso Valderrama.
3x2,
sí señores. El estadio se emociona, Edgar Perea en su narración en televisión -el
cual falleció este año y lo recordamos con cariño-, hincha Juniorista a morir,
canta ese gol con el alma como él lo sabe hacer, y pone el famoso apodo “Junior, tu papá”.
La
historia se revierte: Medellín se convierte en un mar de lágrimas, y Junior marca
una de las grandes proezas del fútbol colombiano, y éste fue el camino para que
el año siguiente los “tiburones” hicieran una gran Copa Libertadores.
Los recordamos
con respeto, y a toda la afición barranquillera que celebra un cumpleaños más, siempre
tendrá en su memoria aquel título del año del año 93.
Y, ¡Junior, tu papá!
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Oiga viejo Yeison, le quedó bacano !
ResponderBorrarOiga viejo Yeison, le quedó bacano !
ResponderBorrarBuen articulo, y un gran viaje por la via del recuerdo para mi. Me tomo la libertad de compartirlo en redes sociales
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