viernes, 12 de agosto de 2016

Scouting: ¿Quién es Samuel Umtiti y qué le aporta al Barcelona?




“La simpleza es la clave.”
- Ritchie Blackmore.

Yo siempre he sido completamente honesto con ustedes, mis queridos lectores, con lo que publico por estos lares y en otros sitios web (ustedes saben cuáles son). Así que quiero empezar este post en esa misma línea de sinceridad: yo honestamente creía que seguiríamos viendo la dupla Piqué-Mascherano en el Barcelona hasta el 2052 o hasta que lanzaran todas las bombas que acabaran con la raza humana. Eso era lo que tenía entendido, por lo menos.

Desde que a Guardiola se le ocurrió posicionar al mediocentro argentino al lado del catalán en la zaga central en el 2011, no ha habido ningún jugador en el elenco azulgrana que pudiera romper la hegemonía de dicha dupla por los éxitos cosechados. Y no es difícil de comprender por qué: la Piqué-Mascherano, contra todo pronóstico por las ciertas limitaciones individuales de ambos integrantes, ha generado muchos dividendos a los culés; pero en los últimos tiempos ha surgido esa inquietud en el seno del Barcelona de que un central nuevo se estaba convirtiendo en una necesidad. Aunque Mascherano se ha mantenido vigente, Piqué ha demostrado señales muy claras de declive en su rendimiento y los que debieron haber sido sus respectivos reemplazos -Bartra, Vermaelen y Mathieu- simplemente no estuvieron a la altura de las circunstancias. Así que se pusieron manos a la obra y se hicieron con los servicios de uno de los centrales jóvenes más en boga en Europa en tiempos recientes: Samuel Umtiti del Olympique Lyon. Sé que muchos barcelonistas se estarán preguntando “pero, ¿quién coño es este tipo?” Tranquilos, para eso está un servidor.


Aunque nuestro protagonista ni se acerca a las cuotas de popularidad de otros candidatos para este puesto en el club azulgrana que han sonado en tiempos recientes –llámese Marquinhos, Hummels o Manolas-, es ciertamente uno de los prospectos más emocionantes que se manejan en el fútbol actual. Umtiti es una rareza en el mercado: un defensor dotado de velocidad, timing, físico y buen manejo de pie; tal vez algo crudo todavía y sin mucho juego aéreo (aunque esto último es intrínseco al Barcelona, si somos sinceros), pero esas son debilidades típicas y hasta esperadas de un jugador en desarrollo y pleno crecimiento como es el caso del canterano del Lyon. Ahondaremos más adelante en sus rasgos futbolísticos, pero conozcamos la historia de quien puede ser uno de los refuerzos claves del Barcelona en el futuro cercano.

Samuel Umtiti, de origen camerunés pero establecido en el país galo, dio sus primeros a la palestra principal del fútbol jugando de defensor en una muy buena selección de Francia sub-19, liderada por un tal Antoine Griezmann, que derrotó a España en el Europeo de la categoría en 2012, pero que se quedó corta de ganar el torneo. A pesar de eso, el joven central y sus grandes actuaciones no fueron ignoradas y su equipo, el Lyon, comenzó a darle minutos, por más esporádicos que fueran, a su talento. El gigante francés siempre ha contado con una academia bastante buena y nunca les ha temblado el pulso para darle oportunidades a sus prospectos; pues con el decremento en rendimiento de Chris, uno de sus mayores símbolos y jugadores más representativos en su época de siete veces campeones de la Ligue 1 de manera consecutiva, decidieron apostar por Umtiti como su relevo. El típico movimiento de cambio generacional que, aplicado de buena manera, tiende a funcionar a las mil maravillas; el canterano alternó actuaciones en la zaga central como de lateral zurdo –posición en la que también se puede desempeñar- hasta que ya en el año 2013 se asentó como defensor titular del club a la tierna edad de 19 años. Ser parte del once inicial a tan temprana edad no es para nada sencillo; hacerlo en un histórico de Francia y reemplazando a un símbolo como el brasileño Chris son un testimonio de la madurez tempranera de Umtiti.


A partir de su alza tan repentina y precoz, nuestro protagonista se ha convertido en una de las propiedades más importantes de la Ligue 1 y en una de las promesas más emocionantes de Francia en los últimos tiempos. Fue un líder prematuro en el Lyon y supo organizar a la defensa hasta el punto que un diario francés, en aras de criticar a la zaga del club, dijo que eran “luego de Umtiti, el desierto.” Entendible. Se ha convertido en un bastión de la institución, de su programa académico y del que su presidente, Jean-Michel Aulas, le gustaba presumir con mucho ahínco. Para los amantes de los números y la estadísticas (que los hay y muchos), el oriundo de Camerún jugó más de cien partidos con el Lyon –incluyendo su debut en Champions la temporada pasada-, promedia un porcentaje de pases completados de más del 85% -algo necesario para el estilo pasador del Barcelona-, sus tackles tienen más de un 80% de éxito –por encima de defensores top de la Ligue 1 como Thiago Silva o el propio Marquinhos, por ejemplo- y tiene un promedio de tres juegos aéreos ganados por partidos, aunque destaco, a base de ojo y de ver sus partidos en la liga gala, que ése no es realmente su fuerte.

El gran rendimiento de Umtiti no solo fue visto por los de Ciudad Condal, sino también por la selección francesa y, ayudado por las lesiones de muchos centrales galos, tuvo su oportunidad en la Eurocopa de este verano con los mayores. Aunque no titular al principio, supo quitarle el puesto a Adil Rami y asentarse como uno de los mejores centrales de la competición, a pesar de la derrota de la local frente a Portugal en la final. Eso no dañó en absoluto su imagen; en especial cuando su fichaje estaba más que anunciado; el Barcelona se estaba haciendo con los servicios de un central con mucho futuro, actualidad y un totalitario: dúctil con el balón en sus pies, agresivo y que no teme poner su físico en línea para proteger su portería, rápido y lo suficientemente atlético para mantener el ritmo durante noventa minutos. Y costando 30 millones de euros, en este mercado tan alocado y volátil, puede ser uno de los mejores negocios en los últimos tiempos para el club.


El tema ahora no radica en el potencial y capacidad de Umtiti, que podríamos declarar en este punto que ya es un hecho –tal vez aquí impera la parcialidad de un servidor para con este jugador-, sino en cómo va a ser gestionado por el Barcelona. En temporadas recientes, el club culé ha operado con leves modificaciones en la mayoría de su once inicial y no son muy proclives a alterar su base; ésta es una de las razones de su éxito continuo en la última década. Eso también puede llegar a ser contraproducente puesto que permite que algunos jugadores, como puede ser caso del ya acotado Piqué e incluso Mascherano, se queden más allá de su vida útil, frenando el progreso del club. Umtiti no es el único en esta situación; los otros nuevos fichajes del club –André Gomes, Lucas Digne y Denis Suárez-, deben hacerse un hueco en el once inicial donde no solo impera el mérito y la calidad, sino también la jerarquía y, a no ser que exista un plan de sucesión en movimiento por parte del Barcelona, eso puede significar un bloqueo del crecimiento de este talentoso grupo de futbolistas. Y eso es, a mi criterio, la mayor dificultad que hallará Umtiti en el Camp Nou.


El francés es un buen defensor; incluso me atrevería a decir que es muy bueno y que puede llegar a ser un defensor de clase mundial con la experiencia que conlleva a ser jugador del Barcelona en no más de dos años. Y aunque ciertamente puede llegar a ser un elemento importante del club y capaz de manejar la presión que conlleva reemplazar a dos personajes tan representativos del club como Piqué o Mascherano, el muchacho no es ajeno a estos escenarios –ya vivió algo similar con Chris en el Lyon-, es el tema de la jerarquía lo que puede evitar que se asiente con la naturalidad exigida. Siempre lo he dicho: todo jugador joven necesita paciencia y ser llevado poco a poco, como cualquier persona que está empezando en un rol sin experiencia nueva en ese nivel; Umtiti deberá contar con las oportunidades para demostrar su calidad y no desprenderse de sus servicios luego de un par de equivocaciones porque eso es una vicisitud natural de un individuo de sus características. No sé ustedes, pero yo le tengo fe a este francés y espero que en el año 2022, esperando el Mundial en Qatar –eso sí va a funcionar-, estemos hablando de que veremos a Samuel Umtiti en la zaga central del Barcelona hasta el 2052. Lo digo con total sinceridad.

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